domingo, 9 de diciembre de 2012

Transformaciones del siglo XIX.


El siglo XIX, tras la Revolución Industrial, fue una época de grandes cambios. 
La máquina de vapor fue una de las más importantes innovaciones. Se aplicó tanto en los medios de trasporte marítimos como terrestres y en las fábricas, lo que dio lugar a una mayor productividad. Más tarde apareció la locomotora de vapor.

En este período también tuvo lugar el éxodo rural. Muchas personas emigraron a las ciudades para conseguir un ingreso salarial digno y permanente.
Debido a este fenómeno, muchos talleres artesanales quedaron desplazados por el auge de las grandes fábricas, llevando a la ruina a numerosas familias. Muchos artesanos y campesinos se convirtieron en obreros y la mayoría vivían amontonados en las ciudades carentes de agua y drenaje, escuelas,… se contagiaban numerosas epidemias, por lo que muchos españoles emigraron a otros países.

Las grandes fábricas produjeron nuevos productos, fáciles de adquirir para los ciudadanos (harina de trigo, azúcar, mermelada, miel, dulces de chocolate, pan, frituras…)
Además crearon numerosos utensilios como chuchillos, vasos, copas, estufas, lámparas, y prendas de algodón.
La producción en cadena o en serie fue un proceso revolucionario en las fábricas que maduró en el siglo XX con Henry Ford con la finalidad de optimizar el trabajo de los obreros y el uso de las maquinas para obtener el máximo rendimiento. Cada trabajador realizaba un paso de dicho proceso. Por ejemplo, en la industria del calzado, un obrero se encargaba de cortar suelas, otro de pegarlas, etc. 
La distribución masiva de productos permitió abaratar sus costos gracias al desarrollo de los transportes. Algunos canales importantes fueron el de Suez, inaugurado en 1869, y el de Panamá en 1914.



Por otro lado, en el vídeo “Cambiando paradigmas”, Ken Robinson nos habla del sistema educativo actual. Éste fue diseñado para la era de la Ilustración, dónde la educación estaba destinada principalmente a los hijos de las familias más nobles, ya que pensaban que educar a niños pobres era una pérdida de tiempo. 

Añade que las escuelas aún están organizadas como si fueran fábricas: timbres que suenan, instalaciones separadas, especializadas por asignaturas, distribución según la edad de los niños, etc. Concretamente, esta parte es la que podemos relacionar con la “producción en cadena” del vídeo anterior. 

Además, la educación pública está reformándose continuamente por razones económicas y culturales.
Este continuo cambio da lugar al fracaso escolar y a la inutilidad que ven los niños en ir a la escuela ya que conseguir una titulación actualmente no es ninguna garantía para el futuro. 
Por tanto, los padres, profesores y miembros del Gobierno deben aplicar medidas para fomentar la motivación en los niños, y de este modo se darán cuenta que aprender y ser educado es imprescindible para el desarrollo integral de cualquier persona.